lunes, 1 de septiembre de 2008

Yo le temo a Sarah Palin

Ya todos sabemos que McCain se consiguió una señora bonita de Alaska para ser su VP. Un ardid un poco ingenuo, dirán unos, porque McCain critica a Obama por no estar preparado, mientras escoge como formula a una mujer que tiene menos experiencia. Claramente McCain le está apuntando al voto femenino, particularmente a mujeres independientes de tendencias moderadas que todavía no han comprometido su voto. Las votantes de Clinton no se ubican en esta demografía ¿qué Clintonista en sus cabales apoyaría a una mujer que no ha estado en las barricadas luchando por el igual trato laboral, la cobertura de salud y seguridad económica para las mujeres. Palin es, de hecho, la anti-Hillary, exreina de belleza, madre de cinco, pro-vida, toda una damita conservadora para sentar en la sala de la casa que sólo se salva porque ha demostrado carácter defendiendo fuertemente políticas republicanas como la prohibición del aborto y el matrimonio gay.

McCain para contrarrestar el poder que tiene Obama con las minorías escoge una mujer de Alaska casada con un esquimal. ¿Es en serio? Quienes apoyan a Obama no lo hacen por sólo por su componente racial y quienes apoyan a Hillary no lo hacen sólo por que sea mujer, lo que prueba que McCain no tiene ni idea lo que ese campo demográfico está pensando, pero eso sí, sabe que piensa y quiere el americano raso, blanco, religioso, que vive en un pueblo en la mitad de la nada donde la mayor emoción esta en los encuentros deportivos de los colegios locales y ellos votarían por Palin. Ellos también son la mayoría.

Uno puede descartar a Palin por ser lo que los gringos llaman hockey-mom, sin embargo, a mi Sarah Palin se me presenta macabra y voy a decir porqué. Cuando estaba embarazada de su quinto hijo este fue diagnosticado con síndrome de down y Palin no abortó. Sólo el 10% de la gente toma esa decisión en los EEUU. Claro de Alaska se puede decir que es un pueblo pequeño y un infierno grande y que haber abortado siendo una figura pública pro-vida complicaría su carrera política. Pero lo que esto quiere decir es que Palin es o estúpidamente consistente o terriblemente maquiavélica. Su quinto hijo vino al mundo como un accesorio a su carrera política porque le permite decir que practica lo que predica, pero claro, es una mujer blanca con un trabajo y un empleo estable y tener un hijo discapacitado mejora su imagen pública. ¿Habría Palin abortado si hubiera sido una prostituta inmigrante y pobre? ¿Piensa Sarah Palin en las prostitutas inmigrantes y pobres que necesitan abortos legales para no morirse después de un aborto hecho con las pinzas del horno a manera de espéculos?

No importa si lo piensa, Palin tiene sentido común, un sentido común pragmático de madre que parece ser la antítesis de lo que fuera que motivaba a Dick Cheney, pero en cuya lógica es natural oponerse al aborto, sobre todo si se está escalando políticamente en un estado pequeño dominado por tipos que a duras penas tiran y que son totalmente ajenos a la necesidad del aborto legal. El quinto hijo de Sarah Palin, antes que encartoso, es conveniente, de una forma macabra porque su valor no está en su persona misma sino en su enfermedad y lo que eso representa para la carrera política de su madre. Tal vez Sarah Palin es un elección idónea porque es consistente (o sin escrúpulos, que a veces es lo mismo) pero eso no la deja muy lejos de Cheney, claro que con él al menos sabíamos a qué atenernos, quién sabe qué se esconde detrás de Palin y su linda sonrisa.